La arquitectura gótica nació en París, con la catedral de Saint Denis, mandada a construir por el abad Suger, consejero del Rey Luis VII; pronto el nuevo estilo se extendió al resto de Francia y de allí a toda Europa. Asimismo, lejos de limitarse a las edificaciones de tipo religioso, poco a poco, fue abriéndose camino en el mundo profano, construyéndose magníficos palacios civiles. No obstante es la catedral donde el gótico alcanza su mayor expresividad
CARACTERÍSTICAS:
Aunque en principio la silueta de las catedrales góticas es inconfundible, definir las características propias del estilo, no es tarea fácil. No obstante, tres son los elementos principales que otorgan a la arquitectura gótica su peculiar personalidad: El arco apuntado u ojival, la bóveda de crucería y los arbotantes, con estos tres elementos los arquitectos góticos revolucionaron la construcción medieval.
1.- ARCO APUNTADO.
Aunque en principio la silueta de las catedrales góticas es inconfundible, definir las características propias del estilo, no es tarea fácil. No obstante, tres son los elementos principales que otorgan a la arquitectura gótica su peculiar personalidad: El arco apuntado u ojival, la bóveda de crucería y los arbotantes, con estos tres elementos los arquitectos góticos revolucionaron la construcción medieval.
El arco es un elemento constructivo en forma curva que salva el espacio entre dos pilares o muros, esta formado por cuñas de piedras, llamadas dovelas que se colocan en forma radial y en el caso del arco apuntado, típico del arte gótico los dos segmentos de la curva se cortan en la parte superior o clave, creando un ángulo agudo.
2.- BÓVEDA DE CRUCERÍA O DE OJIVAS. Una bóveda es una estructura arquitectónica que sirve para cubrir espacios. El sistema de cubiertas románico hecho a base de bóvedas de cañón o de arista se sustituye en la arquitectura gótica por otro muy diferente basado en el uso de la bóveda de crucería de ojivas o nervada.
En resumen podemos decir que la bóveda de crucería se forma por una serie de arcos que se cruzan con función estructural, de allí su nombre.
Bóveda de San Juan de Torum.- La forma y disposición de los arcos o nervios puede ser muy variada y compleja, llegando a tener en el gótico tardío intrincados diseños geométricos, como la bóveda estrellada de San Juan.
Al
construirse una bóveda de crucería la presión se localiza en los
pilares y en consecuencia los muros pierden su función de soporte, ello
conduce a una estructura mucho más lígera, en la cual se permite la apertura de grandes ventanales
3.- SOPORTES:
Toda bóveda ejerce un doble empuje, uno vertical y otro transversal. Para solucionar la presión vertical se continúan utilizando los soportes internos conformados por las columnas y pilares. Para contrarrestar el empuje transversal, sabemos que la arquitectura románica utilizaba los contrafuertes, pero a medida que se va desarrollando el estilo gótico, los arquitectos recurrieron a unos soportes externos mucho más atrevidos llamados arbotantes.
Toda bóveda ejerce un doble empuje, uno vertical y otro transversal. Para solucionar la presión vertical se continúan utilizando los soportes internos conformados por las columnas y pilares. Para contrarrestar el empuje transversal, sabemos que la arquitectura románica utilizaba los contrafuertes, pero a medida que se va desarrollando el estilo gótico, los arquitectos recurrieron a unos soportes externos mucho más atrevidos llamados arbotantes.
Los Arbotantes.- Son la clave para construir los edificios altos y livianos propios del gótico. El arbotante es una especie de puente macizo que sujeta las bóvedas de las naves internas de la catedral, transmitiendo el punto de presión a los contrafuertes del exterior, permitiendo a los arquitectos abrir mayores vanos en la fábrica del edificio.
Catedral de Bourges (arbotantes)
Los Pilares. Los
empujes verticales de las bóvedas recaen durante el gótico
principalmente sobre los pilares que se hacen mucho más estilizados que
en el románico y habitualmente son de forma cilíndrica y rodeados de semicolumnillas,
La descomposición de la superficie de los pilares en múltiples columnillas permitió establecer una continuidad plástica entre los nervios de las bóvedas y estas columnillas, que subrayaba el efecto de verticalidad de las grandes catedrales.
La descomposición de la superficie de los pilares en múltiples columnillas permitió establecer una continuidad plástica entre los nervios de las bóvedas y estas columnillas, que subrayaba el efecto de verticalidad de las grandes catedrales.
Columna con semicolumnillas, sin capitel de la colegiata de Medina del Campo (España)
Los Capiteles. El capitel gótico carece de la importancia religiosa y arquitectónica que tuvo durante la época románica.
Se presenta de una forma mucho más simple y estilizada, al principio se realiza en forma de tambor cónico con follaje; posteriormente, a medida que el gótico se desarrolla, el capitel se hace más pequeño y delicado hasta desaparecer en un haz de junquillos que se ramifica directamente en los nervios de la bóveda sin que medie solución de continuidad en muchos casos . Durante el siglo XIV se admiten figurillas e historias entre el follaje pero siempre con mucha mas pulcritud que en el románico, Capitel del palacio Ducal, Venecia, se observan figurillas entre el follaje.
4.- LAS PLANTAS.-
Planta de la catedral de Chartres, Francia
Se siguen utilizando las mismas plantas de las iglesias románicas, siendo la predominante la “cruz latina”, pero con importantes modificaciones respecto a la altura y superficie. Estas tienen generalmente tres naves, pero es posible encontrar catedrales con cinco naves, siendo la nave central mucho más elevada que las laterales. .
Los Capiteles. El capitel gótico carece de la importancia religiosa y arquitectónica que tuvo durante la época románica.
Se presenta de una forma mucho más simple y estilizada, al principio se realiza en forma de tambor cónico con follaje; posteriormente, a medida que el gótico se desarrolla, el capitel se hace más pequeño y delicado hasta desaparecer en un haz de junquillos que se ramifica directamente en los nervios de la bóveda sin que medie solución de continuidad en muchos casos . Durante el siglo XIV se admiten figurillas e historias entre el follaje pero siempre con mucha mas pulcritud que en el románico, Capitel del palacio Ducal, Venecia, se observan figurillas entre el follaje.
4.- LAS PLANTAS.-
Planta de la catedral de Chartres, Francia
Se siguen utilizando las mismas plantas de las iglesias románicas, siendo la predominante la “cruz latina”, pero con importantes modificaciones respecto a la altura y superficie. Estas tienen generalmente tres naves, pero es posible encontrar catedrales con cinco naves, siendo la nave central mucho más elevada que las laterales. .
Ventana del Monasterio de Bebenhausen
Esta
es una gran diferencia respecto al románico; en efecto el cambio de la
estructura de los edificios permitió abrir grandes huecos o vanos en los
muros de las fachadas permitiendo la iluminación de los mismos.
Los vitrales
son dibujos hechos con innumerables trozos de vidrios, que forman una
especie de rompecabeza ensamblado en una armazón de plomo llamado
emplomado, él cual no sólo le sirve de soporte sino que realza la
silueta de las diversas figuras del conjunto. Los colores empleados
fueron muy variados y además de utilizaron vidrios de diferentes grosor
para incrementar la gama cromática, por último se complementaban los
detalles a punta de pincel.
Ventanas de la catedral de Saint Denis, París.
Puertas. Las
puertas de acceso al templo suelen colocarse en los brazos y pies de la
cruz. Se continúa con el abocinamiento románico sólo que ahora los
arcos son apuntados y las arquivoltas
se multiplican. Los tímpanos siguen siendo decorados. Sobre la portada
encontramos el rosetón que da iluminación y cromatismo al interior del
templo.
5.- ELEVACIÓN.-
Los arquitectos góticos se complacieron en construir edificios esbeltos, proyectados hacia el cielo y de proporciones vertiginosas. Los arcos apuntados, los arbotantes y los pilares descompuestos en columnillas conectados a los nervios de las bóvedas fueron los elementos determinantes de este efecto de verticalidad. Además, los elementos ornamentales subrayaban la verticalidad, tales como los pináculos o flechas apuntadas con las cuales se coronaban los contrafuertes y en especial las agujas, que no eran otra cosa sino las puntas de las torres o campanarios.
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